Brasil, quinto país del planeta, sexto en población, líder regional y potencia del sur global, acude hoy a las urnas.
El pueblo debe elegir entre la continuidad del gobierno de Jair Bolsonaro o el regreso del ex presidente Lula Ignácio da Silva.
A favor de Bolsonaro está el conservadurismo de las clases religiosas, el apoyo de los militares y gran parte de las clases altas.
A favor de Lula, los resultados del gobierno del PT, Brasil como la 6ª economía del planeta, con movilidad de clases, ayudas y programas sociales e indicadores positivos.
En las relaciones internacionales, Brasil se debate entre el conservadurismo y el aislacionismo de Bolsonaro con un intento de alinearse con los Estados Unidos de un Trump que ya no está en el poder y que poco ha hecho por el plan de Brasil de entrar en la OCDE, y por otro lado, el protagonismo ganado por el Brasil de Lula en la lucha contra la pobreza, el medio ambiente y la diversificación de socios económicos y líderes del sur global.
Dos mundos completamente diferentes, sin embargo, que conforman el complejo mosaico de la sociedad brasileña y que la comunidad internacional observa con atención, tras la manifestación del Congreso europeo y del Senado estadounidense sobre la posibilidad de un golpe de Estado.
Según las encuestas, el candidato Lula está ganando en las principales comunidades del exterior, sin embargo, el recuento del voto nacional es el que debe confirmar una victoria de Lula o Bolsonaro, o una segunda vuelta.
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